Los vinos españoles se etiquetan de acuerdo con el tiempo que el vino
ha estado envejeciendo. Así, el vino de menos de dos años suele
llamarse vino joven o sin crianza. El año de la cosecha
también puede figurar en la etiqueta, para lo cual es necesario que al
menos el 85% del vino se haya producido en la cosecha de ese año. Los
tres términos más comunes en la etiquetas de vinos españoles son:
- Crianza: los vinos tintos deben tener al menos dos años, de
los cuales seis meses en barrica. Los blancos y los rosados deben tener
un año con seis meses en barrica.
- Reserva: para vinos de tres años con un año en barrica. Los blancos y los rosados, dos años, con un seis meses en barrica.
- Gran reserva: para vinos con un mínimo de cinco (tintos) o
cuatro (blancos y rosados) años, con 18 meses en barrica en el caso de
los tintos o seis en el caso de los blancos y los rosados